Día de inscripciones. Es de suponerse que los padres de familia ya están listos con los documentos necesarios para que sus hijos obtengan un lugar en la escuela. En la mayoría de los casos de los alumnos que me tocó inscribir no fue así. De los pocos que llegaron, la mayoría no llevó la documentación necesaria. Por la mañana, atendí a quienes iban a inscribir a sus hijos de primer grado de primaria. Mi director me dio un gran número de expedientes con fichas de preinscripción, al ver tantos imaginé que los padres estarían presurosos en la escuela para asegurar su lugar; pues no, me equivoqué, sólo llegaron 16, quedaron como 18 expedientes esperando ser abiertos. Por la tarde, en la otra escuela donde laboro me tocó recibir a quienes cursarán el tercer grado de primaria, pero la situación no varió.
Debo decir que esto sucede año con año. Estoy segura que el primer día de clases llegarán todos esos padres (que no acudieron en las fechas establecidas por la Secretaría de Educación Pública) queriendo inscribir a sus hijos, todos con un pretexto diferente. Entonces tendré que darles su lugar aunque de manera tardía.
Es realmente alarmante lo que sucede, nuestro país vive en una situación que muchos pasan inadvertida. Basta ver que al realizar las inscripciones es necesario que llenemos algunos formularios para realizar una base de datos; cuando se les pregunta a los padres de familia o tutores su domicilio, la mayoría de los ellos no saben como dar una dirección correctamente, algunos dan datos aislados, recuerdan su colonia, otros más la calle y ninguno conoce su Código Postal. De las personas que atendí dos me entregaron su Credencial de Elector (IFE) para poder verificar su domicilio. Aunque después me dijeron que ese no era su domicilio actual. Al solicitarles el certificado de preescolar, hubo quien lo llevaba "hecho rollito", la documentación oficial, esa que certifica que estudiaron "algo" iba manchada, arrugada, despintada.
A nuestro país le hace falta mucho. Se habla de cifras de analfabetismo pero no se menciona qué sucede con las personas que carecen de educación, hablamos de situaciones de pobreza pero no sabemos a lo que se enfrentan diariamente estos que también son ciudadanos mexicanos.
A los maestros nos hace falta mucho. Mucho compromiso con México. Mucha pasión por nuestro trabajo. Mucho respeto por nuestra profesión. Mucho amor por nuestro país.
Faltan pocos días para conocer los rostros detrás de los documentos recibidos el día de la inscripción. Faltan pocos días para conocer a quienes me acompañarán en este ciclo escolar 2012-2013.
Y no crean que trabajo en la sierra, trabajo en Xalapa, la Capital del Estado de Veracruz. No me quiero imaginar cómo estarán en las zonas rurales.
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