Seamos honestos, si hay algo que
le cueste trabajo al docente es planear sus clases. Si bien es cierto que una gran cantidad de
maestros si lo hace, también lo es que algunos docentes improvisan su clase, la
falta de tiempo, de interés, la justificación constante de “tengo una gran
experiencia docente y no lo necesito”, hace que la planeación educativa sea una
de las piedras en el zapato de la educación.
Las Tecnologías de la Información
le dieron un revés a ese tema cuando comenzaron a circular planeaciones en el
internet que estaban disponibles para cualquiera que quisiera descargarlas.
Esto no sería nada grave si por lo menos nos diéramos a la tarea de revisar lo
que entregamos, es entonces cuando la planeación docente en lugar de ser una
herramienta de trabajo se convierte en mero requisito administrativo y volvemos
al problema original, el docente, no planea.
En nuestra vida cotidiana
planeamos todo el tiempo, qué haremos de comer, nuestras actividades de fin de
semana, el dinero que nos vamos a gastar, todo ello con la finalidad de tener
un poco más de organización en nuestra vida. ¿Por qué entonces nos cuesta tanto
trabajo sentarnos a organizar nuestro trabajo en el aula?, las razones podrían
ser muchas, pero quizá no hemos advertido las ventajas de ese documento, tal
vez no hemos sabido explotarlo.
Realizar nuestra planeación de
manera sistemática nos permite aprovechar cada minuto dentro del salón de
clase, mejora nuestro rendimiento laboral y nos quita estrés en el aula. Planear nos permite anticipar posibles
problemas a los que nos podemos enfrentar en clase y tener a la mano una o más formas
de resolverlo. La optimización del tiempo es una de las grandes bondades de
este documento, sin embargo pocos le vemos provecho. La invitación estimado
maestro es que lo intente, al principio será complicado, después de unos días
de práctica será más fácil. A ninguno de nosotros nos gustaría llegar a una
fiesta y que no hubiera música adecuada, comida o sillas suficientes para nosotros,
¿entonces por qué enfrentar a nuestros alumnos a clases tipo “a ver qué sale”?
Nuestro país plantea grandes
retos, tomemos en serio nuestro papel docente. ¿Qué sugerencia tendrías para
mejorar la educación en México?
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